Por Martin Lopez Martinez
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29 ene, 2020
¿Qué contamina más? ¿Un coche diésel, uno de gasolina, uno de gas o un eléctrico? Para contestar esta duda, es necesario tener en cuenta ciertos matices ya que no sólo importan las emisiones que producen mientras son conducidos, sino también, las emisiones que se producen al generar el combustible o la energía que mueve el vehículo. Vamos a ver todos los datos, te ayudará por si tienes que tomar una decisión sobre un vehículo que no contribuya al cambio climático. Las emisiones de un coche Antes de analizar cuánto contamina cada tipo de coche, es necesario conocer unas nociones básicas sobre los tipos de emisiones que generan. Los vehículos emiten dos tipos de sustancias: Dióxido de carbono (CO2): por sí solas no son perjudiciales para la salud, pero son las que contribuyen al calentamiento global causando el efecto invernadero. Partículas contaminantes : óxidos de nitrógeno (NOx), monóxido de carbono, dióxido de azufre, hidrocarburos y las que no han sido quemadas. De todas ellas, las más peligrosas son el CO2, el NOx y las partículas sólidas (PM) ya que el resto se pueden eliminar con algunos sistemas. Las emisiones más peligrosas son el CO2, el NOx y las PM Dióxido de carbono (CO2) Es un gas incoloro, inodoro e incombustible que está en el aire en bajas concentraciones. Se genera cuando se queman sustancias que contienen carbono, pero también procede de la respiración o de la fermentación. El problema del CO2 es que es el principal gas del efecto invernadero y todavía no hay ninguna tecnología que lo elimine. Los eléctricos no emiten dióxido de carbono y los diésel, con consumo más bajo, generan menos CO2 que los de gasolina. Óxido de nitrógeno (NOx) Son las moléculas que se generan en la combustión del motor; son muy contaminantes y tóxicas para los seres vivos. Es una de las grandes batallas de los coches diésel ya que siguen peleando para deshacerse de ellos. En los motores que se encienden con una chispa (como los de gasolina o los de gas) apenas se generan estas partículas y no se tratan. Los eléctricos no generan estas emisiones y la producción de electricidad apenas libera óxidos de nitrógeno. Partículas sólidas (PM) Son trazas pequeñas y nocivas que se generan cuando el combustible no se ha mezclado del todo con el aire durante la combustión. Las más perjudiciales son los benzopirenos, que son cancerígenos y se dividen en dos grupos dependiendo de su tamaño: PM10 y PM2.5. Las PM 2.5 son las más pequeñas y su origen está, mayormente, en fuentes como las emisiones de los coches diésel , que cuentan con una serie de filtros para tratarlas y deshacerse de ellas. Lo mismo sucede con los de gasolina. Los eléctricos también tienen este problema porque producen PM 2.5 a través de los neumáticos y del sistema de frenado y las emisiones suelen ser mayores porque pesan más . Finalmente, los coches de gas no tienen este problema porque el combustible se inyecta como gas y se mezcla bien con el aire. ¿Cuánto contamina un coche diésel, uno de gasolina o un eléctrico? Coches diésel anteriores a la norma Euro IV (hasta 2005) Los diésel no generan tanto dióxido de carbono como los de gasolina, pero sí emiten más óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre, hidrocarburos y hollín. Sobre todo los modelos previos al año 2005 y a la norma Euro IV. El problema es que la edad media del parque automovilístico es de 12,2 años y aquella época fue cuando más vehículos de diésel se vendieron y éstos son los que más impacto negativo generan en la salud de las personas. Coches diésel posteriores a 2009 Los coches diésel han ido incorporando sistemas con los que reducen al mínimo sus emisiones de partículas sólidas, hidrocarburos y de NOx. No en vano, algunos diésel han llegado a igualar sus límites de emisiones a los de su versión en gasolina. A pesar de esto, el nivel de emisiones en conducción real ha sido puesto en duda por los escándalos de emisiones de óxidos de nitrógeno. Coches de gasolina ¿Un motor de gasolina puede contaminar más que un diésel? Sí… si nos centramos únicamente en las emisiones de CO2 ya que las diferencias pueden llegar a ser del 20 o del 25%. La mayor contaminación de dióxido de carbono está ligada al consumo y, evidentemente, los coches de gasolina consumen más que los diésel. Es más, el 70-80% de las emisiones las produce el uso del vehículo y el 15-20% de la producción. De esta forma, a nivel global un coche de gasolina contamina más que un diésel porque, como apuntábamos anteriormente, las emisiones de CO2 son las causantes del efecto invernadero y del cambio climático. ¿Qué pasa a nivel local? El impacto es menor que el de un diésel porque en un gasolina los óxidos de nitrógeno, humos y demás son inferiores. Producir la electricidad con la que se carga un eléctrico sí contamina Coches eléctricos Igual que en el caso anterior, hay que estudiar el nivel de contaminación global y el local. No en vano, la electricidad procede de centrales de carbón, petróleo y gas. Por lo tanto, la energía eléctrica procedente de la red implica emisiones de las centrales eléctricas y la generación de residuos en las nucleares. A su favor cuenta con que el CO2 que generan es mucho más bajo que el que procede de un coche de gasolina o de un diésel. De hecho, durante su vida útil, un eléctrico emite un 52% de dióxido de carbono procedente de la obtención de la energía, mientras que el generado durante su producción se sitúa en torno a un 46%. Coches híbridos Los coches híbridos tienen un motor de gasolina y por ello, a nivel global, las emisiones de NOx son más bajas que las de un diésel. En cuanto al CO2, los niveles son parecidos a los de un coche tradicional porque dependerá del motor térmico. A nivel local, el impacto de un coche híbrido es el mismo que el de un gasolina con un consumo bajo. Hay que tener en cuenta que esto sólo es aplicable en los recorridos de corta distancia ya que fuera de la ciudad, el consumo será el mismo que el de un motor tradicional. Coches híbridos enchufables A nivel global, un híbrido enchufable contamina, prácticamente, lo mismo que un coche de gasolina o de diésel. A nivel local, nos encontramos con la otra cara de la moneda: sus emisiones son muy bajas e, incluso, inexistentes. Coches de gas: GNC y GLP Finalmente, los coches de gas, a nivel global tienen un impacto negativo porque, igual que ocurre con los híbridos enchufables, las emisiones de CO2 que genera son semejantes a las de un motor de gasolina de última generación. A nivel local, sin embargo, el impacto de un coche de gas casi no existe porque se trata de un combustible mucho más limpio y puro; por ello, genera menos partículas, sobre todo de NOx.